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Saludos, caminantes. Esta semana deseo que nos adentremos en la ciencia-ficción, concretamente con una novela que se acerca mucho a una de mis grandes aficiones: los cómics.
El libro en cuestión se titula "Mundo de dioses", de Rafael Marín. Para cualquier buen aficionado a los cómics de superhéroes, el autor no será ningún desconocido. Marín ha sido guionista de series como Fantastic Four o The Inhumans, ambas de la editorial líder del género, Marvel
Con semejantes antecedentes, podemos asegurar que el autor es todo un experto en superhombres. Sin embargo, que nadie crea, como yo lo hice antes de comprar el libro, que “Mundo de dioses” es una novela de superhéroes. Nada más lejos de la realidad. Los superhombres que la obra nos presenta no luchan por la justicia ni para salvar a la humanidad de invasiones extraterrestres, superterroristas o ataques demoníacos. He leído varias reseñas y erróneamente confunden los términos. Superhombres no es igual a superhéroes; entiendo a un superhombre como un ser humano con habilidades sobrenaturales, nada más. Lo que lo convierte en superhéroe o supervillano es el modo en que utiliza sus poderes. Sólo tal vez al final de la novela pueda haber algo similar al ideal superheroico, pero la mayor parte de la historia transcurre sin verdaderos héroes.
El argumento es otro, no por ello menos fascinante. En el futuro, la humanidad ha dejado de ser la especie dominante del planeta. Ahora es un rebaño apático que acepta la sumisión a sus nuevos dioses: los superhombres. Éstos, como hicieron sus antecesores de la antigüedad, han bajado de su Monte Olimpo particular (una estación orbital) para calmar sus pasiones carnales con las mujeres humanas. Y así nacen los derivantes, que tanto pueden clasificarse como semidioses o como mutantes. Los dioses, temerosos de que su estirpe bastarda les arrebate la hegemonía, encargan su eliminación a los Centinelas, cazadores humanos con armas tecnológicamente insuperables. Pero ocurre lo inconcebible cuando uno de esos Centinelas descubre su naturaleza derivante.
El argumento es más que atractivo. Sin embargo, los personajes fallan en algunos aspectos, según mi humilde opinión. Personalmente creo que les falta fondo y personalidad. Tampoco hay un personaje claramente protagonista con el que identificarse, o al menos yo no me he sentido inclinado por ninguno de ellos. Quizás elegiría el samurai de hierro (una mezcla entre Iron Man y El Castigador), pero creo que se le habría podido dar más juego al personaje.
Las escenas de acción en algún momento me han parecido demasiado caóticas y difíciles de seguir. En los cómics, la acción puede ser frenética ya que el lector cuenta con el apoyo visual de las imágenes. Sin embargo en una novela es mejor simplificar. A pesar de ello, Marín tiene un estilo acertado, y algunas de sus frases son fantásticas. Simplemente creo que el ritmo narrativo habría agradecido un poco más de claridad.
Otro punto débil, a mi entender, es la organización del texto. La historia se sucede sin capítulos discernibles, excepto lo que podríamos llamar actos. Prefiero una división más clásica, en la que las escenas queden separadas en sus respectivos capítulos.
En lo positivo, un servidor se queda con la trama central y el mensaje implícito: las consecuencias de un poder supremo. Al más puro estilo de El Señor de los Anillos, y su Anillo Único, y diferenciándose de los superhéroes de cómic (o la mayoría de ellos), Marín juega con el concepto de que cuando mayor es el poder, más corrompe. En este caso, produce alienación. Los superhombres de Mundo de Dioses se consideran a sí mismos tan superiores que llegan incluso al aburrimiento; los simples humanos los aceptan como dioses, a pesar de que en secreto los odien.
Por último, la novela contiene una miríada de guiños a los aficionados a los cómics de superhéroes. Son abundantes las referencias, claras o difuminadas, de personajes como Superman, Spider-man o, sobre todo, los X Men. Sin ir más lejos, cualquier aficionado a éstos últimos reconocerá a los Centinelas, más humanizados pero con la misma función: exterminar mutantes. Para el seguidor, la novela es por tanto un reto para descubrir las referencias ocultas. Una pista: todos los apellidos de los dioses corresponden a superhéroes.
En resumen, Mundo de Dioses es una obra interesante, aunque para mi gusto un tanto imperfecta (y qué obra no lo es). Pero merece la pena su lectura, porque cumple bien con su función principal: entretener.
Título: Mundo de dioses
Autor: Rafael Marín
Editorial: Alamut (reedición 2009)
Un saludo a todos. Más la semana que viene.
TIERRA DE BARDOS, CIERRA.
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6 comentarios:
Buena reseña. Me lo apunto. Gracias!
Un abrazo.
Me ha parecido una reseña muy buena. Me gusta que cuando alguien habla de un libro diga lo bueno y lo menos bueno. Eso significa que su análisis es sincero y no se ve movido por otros intereses. El argumento me gusta, suena fenomenal. Extrapolar la mitología a la ciencia ficción es un acierto. Estos superhombres, de seguro darán qué hablar.
Un saludo, Javier.
Estoy con Luisa, Javier:una reseña muy buena, con un acertado análisis según parece. Como bien dices el argumento parece maravilloso, pero tal vez el paso del guión del cómic a una novela sea un paso difícil de amoldar al principio. Uno cuenta con unas características que no tiene el otro y viceversa.
Lo dicho, te felicito por la reseña, magnífica.
Saludos.
-Guillem: una fuerte abrazo, amigo.
-Luisa: Gracias, amiga. Yo suelo ser muy prudente con mis opiniones, pues no pretendo influenciar a nadie sobre un libro. Lo que a mí no me ha gustado tal vez a otro sí le guste. Y hay que ser muy respetuoso con el trabajo de otros autores. Por norma, prefiero ensalzar lo que me gusta y minimizar lo que no. En cuanto a los superhombres... ya han dado qué hablar. Este libro es una reedición de una obra de 1998, aunque yo lo he descubierto hace poco. Un abrazo muy grande.
-Deusvolt: Gracias también a ti. Es complicado adaptar un cómic, es cierto, a una novela. Pero no es imposible, y lo digo por experiencia propia. Es cuestión de ritmo y tratar el tema con seriedad y, sobre todo, realismo. En resumen: hay que conseguir que al lector no le parezca descabellado que un hombre puede volar.
Saludos, compañero.
Admiro tu capacidad para explicar a grandes rasgos el tema de una novela. Me he dado una idea de lo que se trata Mundo de dioses, y creo que debe ser interesante leerla. Me gusta la ciencia ficción.
Pero par mí el héroe, el único, el mejor, seguirá siendo Superman, ja, ja, no importa que no provenga de dioses sino de un planeta llamado Kriptón.
Besos!
Blanca
La tendremos en cuenta para futuras indagaciones en este género. Pero como "La Tercera Generación"... jejeje. Un abrazo, colega. Cuídate mucho. Espero que tus ánimos vayan crecientes.
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