Para Fiore
***
El enorme guerrero afianzó sus pies y blandió con ahínco la espada, sirviéndose de su diestra, mientras con su zurda sostenía el escudo. De esa guisa, plantó cara a la bestia.
El dragón rebufó. Era su modo de reír ante aquel patético hombrecillo que osaba desafiarle alzando un mísero mondadientes de acero y un rondel de madera que no soportaría ni su embate más débil. ¿Qué tenía aquel individuo en la cabeza? A buen seguro se trataba de algún demente que ansiaba la muerte, o tal vez uno de aquellos estúpidos paladines que marchaban en busca de gloria, pero que tenían más músculo que cerebro.
Aunque no era dado a la violencia extrema, por mucho que fuera tal la creencia entre los hombres, el dragón gris- grande como la más vetusta de las encinas- se encaró con el guerrero. En otras circunstancias habría levantado el vuelo y sencillamente se habría marchado. Tarde o temprano el guerrero hubiera abandonado las cercanías de su hogar.
Pero la situación era especial. El dragón, que en realidad era una hembra, cargaba sobre su lomo con una responsabilidad. En las entrañas de la cueva a sus espaldas reposaban los huevos producto de su último apareamiento. Como toda madre, la dragona defendería a sus futuras crías con toda su fuerza, que no era poca.
El guerrero no atacó, sencillamente se quedó allí plantado, como una estatua. Era extraño, pensó el reptil alado, que no desprendiera olor alguno, más que el propio de aquel bosque. Habitualmente los humanos apestaban a sudor y cerveza, pero éste parecía no ser el caso. De todos modos, la criatura no sostuvo aquel pensamiento durante mucho. Fuese como fuese, la dragona no quería en verdad matar a aquel individuo, y en su ingenuidad pensó en asustarlo, y si ello no funcionaba, apresarlo con la garra y lanzarlo al río cercano, donde la corriente lo llevaría lejos. Si moría ahogado, sería problema del propio guerrero. Al menos ella le habría dado una oportunidad de salir con vida, que era más de lo que él se disponía a hacer con sus huevos y con ella misma.
Avanzó pues una zancada. El guerrero ya temblaba todo él, y durante un momento la dragona creyó que se daría la vuelta y echaría a correr.
Pero no lo hizo.
Fue al dejar la cóncava bóveda que antecedía a la cueva, y quedar a cielo descubierto, cuando la dragona comprendió su error. Advirtió movimiento sobre el risco, pero ya era demasiado tarde.
Dos grandes flechas, del tamaño de hombres, se hundieron en su piel escamosa.
Una llegó directa al corazón.
Un suspiro antes de morir, la dragona vio en sus ambarinos ojos la figura de su asesino, un hombre corpulento entre los suyos aunque no tanto como el guerrero que habían usado de cebo; portaba larga barba y más larga aún melena pelirroja. Luego cerró los ojos. La arenosa voz del asesino fue lo último que escuchó.
-Bestia estúpida.
(Continuará)
Imagen: boyaceleste.blogspot.com
4 comentarios:
Me gusta y mucho, me alegro de que hayas actualizado
Feliz semana!
Hola guapi: he revisado el texto y no veo las faltas, ¿le echas un vistazo y me corriges? -Gracias-
Algo falta de ropa y su con su clásico taconear se ha presentado ante mi Soledad haciendo honor a su nombre.
-Sole querida, la primavera puede resultar muy traicionera cuando se empiezan a combinar las transparencias sin una tejana o similar. Tienes la piel de gallina por tal de insinuar tu body francés. Si no te tapas estarás hasta Julio con bronquitis.
-Ya sabes como soy, ligera de ropa y de cascos.
-Si, se como eres y eso no quita de que te advierta.
-Tranquila mi cuerpo es inmune a esos bichos.
-Pues será a los únicos bichos que es inmune porque hay otros para los que tu cuerpo es un imán.
-Si follaras más no estarías tan pendiente de mi.
-¿Cómo dices?
-Pues eso, lo noto en tu cara de palo.
-¿Qué?
-Que te faltan unos cuantos polvos, chata, unos cientos diría yo. Si practicaras más tendrías una actitud más relajada delante de la vida y de los demás.
-No todo es cuestión de sexo ¿sabes?
-¿De que otra cuestión puede ser?
-¿De sentimientos? ¿De amistad? ¿De dinero? ¿De confianza? ¿De equilibrio? ¿Sigo?. Como ves, hay muchas y muchas cuestiones.
-Nunca me he parado a pensar en todo eso.
-¿Nunca piensas en nada más? ¿Siempre piensas en Sexo?
-Claro chata, sino no hubiera hecho mi oficio de ello
Me ha gustado! Cuanto tiempo, eh? Bueno espero la continuación pues me encantan los cuentos de dragones.
Un beso!
¡Tu blog ha recibido el Premio "Brillante Weblog 2008"!
http://leprechaunshole.blogspot.com/2008/04/premio-brillante-weblog-2008.html
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