Siguiendo con otra de las tradiciones de Tierra de Bardos (estamos en fechas de costumbres), y ya tocando el fin de año, es hora de repasar lo que ha dado de sí este 2011. Una tarea retrospectiva que creo indispensable para afrontar un 2012 que, al menos por mi parte, se presenta como un año clave. El Año, en mayúsculas.
Este ya moribundo 2011 llegó con un fenómeno que arrasaba en internet. En enero os hablaba de "Realidad aumentada", una intrigante novela que su autor, Bruno Nievas, puso a disposición, gratis, de todo aquel que visitara su web. El resultado: decenas de miles de descargas que llevaron a que el sueño pasara del formato digital al clásico cuando, a mediados de año, Nievas publicó el libro en papel en una editorial tradicional. ¡Enhorabuena!
Otra escritora que también ofrece su trabajo de modo gratuito es Isabel Barceló, aunque con una fórmula distinta. En febrero inició "La fundación de Roma", publicando capítulo tras capítulo en su blog Mujeres de Roma, y en el que además los personajes secundarios fueron elegidos por sus seguidores (entre los que me encuentro).
En marzo os anunciaba la inminente salida de "Crónicas de la Marca del Este", nueva antología en la que habría de participar, y os anunciaba un nuevo paso para mi novela "La Sombra de la Luna", la cuál ofrecí al proyecto solidario 1libro1euro, esa maravillosa web donde a cambio de un donativo de 1 euro a Save the Children, uno podía descargarse novelas de calidad en formato digital.
Abril también fue un mes solidario, en el que asistí a la presentación en Valencia de "La hora del recreo", un libro de relatos y fotografías realizado por la Fundación Telefónica para ayudar en el problema de la explotación laboral en Latinoamérica.
Mayo estuvo cargado de noticias, pero destacó sobremanera en el plano literario la publicación de la antología "Piezas desequilibradas", de Darío Vilas.
Pero fue junio el primer momento especial del año. La publicación de "Crónicas de la Marca del Este" me llevó a Murcia, a la que fue mi primera presentación como autor. La excusa perfecta para conocer a mi compañero de antología José Luis Cantos y a alguien que conocía desde hacía mucho tiempo a través de la red: Víctor Morata, colega de tantas tertulias literarias. Fue una fecha para recordar.
Julio, mes de calores y pocas novedades, que dio paso a un agosto donde se anunciaba la portada de la que sería la segunda publicación de Darío Vilas: "Instinto de superviviente", su primera novela. Y además, el anuncio de que habría un segundo volumen de "Crónicas de la Marca del Este".
En septiembre me enteraba de que mi relato en valenciano "Instint de supervivència" (nada que ver con la novela de Darío), había sido seleccionado finalista del Premi Ictineu que premiaba a los mejores trabajos del fantástico en catalán y valenciano (certamen que, al final, no gané por muy poco).
Octubre trajo consigo la novela "Instinto de superviviente" de Darío Vilas, en la que tuve el privilegio de colaborar con un prólogo que ha conseguido algo que yo jamás había visto antes en ningún libro: ser mencionado en alguna reseña.
Y así, como quien no quiere la cosa, llegamos a noviembre, donde asistí a la Hispacón en Mislata para presentar "Crónicas de la Marca del Este vol. II" y como presentador de Ivan Mourin y su "Resurrección". Pero sin duda fue el mes de la Gran Noticia (aunque yo ya lo sabía desde hacía semanas), en el que anuncié lo que tanto deseaba: que en 2012 saldría mi primera novela, "El espíritu del lince. Iberia contra Cartago" (por entonces, aún titulada "Iberia. El espíritu del lince"). Aún sigo en una nube, y el aluvión de felicitaciones no deja de emocionarme.
Y así nos plantamos ya en el presente mes, con el anuncio de la publicación del segundo volumen de "Crónicas de la Marca del Este" y la presente entrada.
2012 no sólo será el año de mi debut en solitario como escritor; será el año de los Vengadores, el Hobbit y la precuela de Alien; será el año en que, confío, muchos de mis compañeros escritores nos darán grandes noticias. Año de olimpiadas... ¡Ni la crisis económica podrá con nuestra ilusión! Por tanto, desde Tierra de Bardos me gustaría daros a todos las gracias por seguir este humilde blog, y desearos que el año que viene sea magnífico. ¡Feliz 2012!